Este retrato escultórico en terracota representa a San Luis Orione (1872-1940), fundador de la Congregación de la Pequeña Obra de la Divina Providencia. A lo largo de su ministerio, Don Orione descubrió su verdadera vocación al reunir a niños de escasos recursos y apoyarlos en su educación. Su compromiso humanitario fue crucial durante la asistencia a las víctimas de los terremotos que sacudieron Italia en 1908.
En 1899, fundó la obra de los Ermitaños de la Divina Providencia en Italia, y en 1915, la Congregación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad. Ese mismo año abrió el primer Cottolengo en Italia, destinado a la atención de personas marginadas. Posteriormente, viajó a Sudamérica en 1921 y 1934, viviendo en Brasil, Uruguay, Argentina y Chile.
Al fallecer el 12 de marzo de 1940, su legado y notoriedad ya eran innegables. Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 26 de octubre de 1980 y canonizado el 16 de mayo de 2004.
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